20080312

Lunes.

La sangre brotaba a borbotones doblando la esquina de su saco aburrido.
Producto de quién sabe quién, si por estos días es tan fácil gatillar de lejos.
Trepó al primer escalón de alguna manera, quizás porque era un sueño todo eso y todo lo otro;
comprendió de inmediato que todo era obra del de siempre, al ver su figura acercándosele de lo más campante, a decirle de la nada unas de esas cosas que se dicen justo antes de morir.
Ese mismo día todos los trenes del mundo chocaron entre sí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Extraña nota de lunes. Los míos suelen ser más que pedorros, cuando cada parpadeo no le quita realidad a lo que presumo sea un simple mal momento.

Vont et viennent: