Supondremos inevitablemente entonces, que no habrá sabido bien qué decir. Sino hubiese dicho otra cosa, una de esas frases que siempre hacen rechinar los dientes al de enfrente, y que seguro se le ocurrió exactamente siete segundos después de decir lo otro, lo que no sabía bien qué, o tal vez ocho. La cuestión es que dijo eso. Lo dijo y después calló porque lo que se le estaba ocurriendo mientras contaba cinco seis siete así mentalmente ya no tenía sentido alguno seguido de eso otro. Y otra cosa no se le ocurría, entonces contaba cinco seis siete ocho así mentalmente y nada. Y los dientes rechinaban así como tiza barata pero eran los suyos y no entendía porqué le andaban rechinando así de pronto y dos tres cuatro cinco pero el chirrido este le estoqueaba el cráneo y lo mejor evidentemente fue arrancarse uno a uno los dientes y arrojárselos en la cara para distraerlo mientras contaba así mentalmente y de la frase nada.
20071230
20071225
Fristáil.
Tengo una coartada imperfecta,
una mentira casi exacta,
la cabeza estupefacta
de tanto maquinar.
Más dedos que amigos,
más culpables que testigos,
más frases que palabras
una mentira casi exacta,
la cabeza estupefacta
de tanto maquinar.
Más dedos que amigos,
más culpables que testigos,
más frases que palabras
y siempre algo que decir.
Tengo cantidad de excusas,
ni un zapato tacoaguja,
el orgullo invulnerable,
la sed insaciable.
Pocos brazos tengo,
y a veces no alcanzan,
besos de sobra
en las noches de más.
Tengo guitarras sin cuerdas,
discos, fotos y letras,
gatos, tinta, y ponis,
cicatrices al por mayor.
La conciencia confundida,
la insensatez permitida;
tengo un boleto de ida
y ahí termina el plan.
Tengo cantidad de excusas,
ni un zapato tacoaguja,
el orgullo invulnerable,
la sed insaciable.
Pocos brazos tengo,
y a veces no alcanzan,
besos de sobra
en las noches de más.
Tengo guitarras sin cuerdas,
discos, fotos y letras,
gatos, tinta, y ponis,
cicatrices al por mayor.
La conciencia confundida,
la insensatez permitida;
tengo un boleto de ida
y ahí termina el plan.
20071210
Aquí viene.
Atiborraré un durazno gigante entre mis fauces sedientas y mientras su néctar chorrea por todo mi semblante, mientras fluye hacia mi musculosa favorita hasta impregnarla de anaranjado, será verano.
20071203
Resist.

Le estaba diciendo que estas cosas como que se generan en algún punto indeterminado entre las neuronas vivas y las rendijas que deja esporádicamente el nudo del estómago cuando necesita aire; y que otras cosas quedan ahí como machacando lo que llaman alma y quépuedohaceryó y otra vez; y como siempre, todo lo sabe sobre mí,
oh, qué fabulosidad.
El sol desaparecía, así que agotamos otra botella.
20071113
Definitivamente quizás.
Caminaría acaso, si no estuviese huyendo; si no tuviese botas sus pies estrellarían charcos que reflejarían sus pies, salpicando hasta su mismísima cabellera enmarañada que le cubre la mirada perdida que de no estar cubierta y perdida tal vez se elevaría hacia la vieja luna, que podría divisarse si las nubes fuesen menos, y al verla sonreiría; si no estuviese huyendo.
20071028
Eine Katze.
Y ahí estaban: los que pretendían ser lo que querían, - casualmente todos querían lo mismo, del mismo atroz color pastel de mazapán - y yo en medio remitiéndome a mi vida pasada en pleno público como si nada.
No, jamás te entenderán.
Cuando lo tienes, lo tienes.
Que sí, que desde pequeño.
Infinito punto rojo.
No, jamás te entenderán.
Cuando lo tienes, lo tienes.
Que sí, que desde pequeño.
Infinito punto rojo.
20071023
20071014
Yoko.
Los arbustos no son obstáculo para las almas curiosas.
La rebelde de la jauría.
Salvaje como yo era.
Pequeña Yoko, la más pequeña de todos los osos.
Todo lo que considero mío me lo quitan.
La rebelde de la jauría.
Salvaje como yo era.
Pequeña Yoko, la más pequeña de todos los osos.
Todo lo que considero mío me lo quitan.
20071010
Sí.
Entonces la otra mitad se me escapó doblando justo en esa esquina, y al girarme -para verla irse al menos- ya era tarde, como siempre.
No me extraña ni un poco por lo visto, aunque muy de a ratos parece volver y pretendemos que nunca se ha ido y todo de maravillas.
Ya no es lo mismo igualmente.
Nada es lo mismo.
No me extraña ni un poco por lo visto, aunque muy de a ratos parece volver y pretendemos que nunca se ha ido y todo de maravillas.
Ya no es lo mismo igualmente.
Nada es lo mismo.
20071004
20070927
Agosto, 1986.
Ser tigre
y león,
y tener las garras
siempre afiladas,
y el ojo agudizado
ante el peligro que es mentira.
Y los colmillos
ensangrentados de instinto.
Y la ferocidad mito.
Y las huellas embarradas
emborronadas.
Y el zarpazo indómito,
ese que todos creen poder juzgar,
cuando desconocen
el ruido a rugido interno
y la sensación indescriptible,
irreversible,
de estar hecho de fuego;
de ser fuego,
ser tigre
y león.
y león,
y tener las garras
siempre afiladas,
y el ojo agudizado
ante el peligro que es mentira.
Y los colmillos
ensangrentados de instinto.
Y la ferocidad mito.
Y las huellas embarradas
emborronadas.
Y el zarpazo indómito,
ese que todos creen poder juzgar,
cuando desconocen
el ruido a rugido interno
y la sensación indescriptible,
irreversible,
de estar hecho de fuego;
de ser fuego,
ser tigre
y león.
20070924
JA!
se siente
de último.
Dudo
demasiado que
le gane
a
lanzar
la primera carcajada
con el mayor bullicio
posible,
mucha saliva
de por medio
y la asfixia
ésa
que tan bien
se siente.
20070920
Lalalalalies.
De a ratos me miento tanto a mí misma que termino creyéndome casi todo.
(Debo ser muy convincente)
(Debo ser muy convincente)
20070913
Étoilée.
- Entonces, es verdad o es mentira? - le pregunté, (por preguntar, porqué sino?).
Pero no contestó.
Y es que la noche tenía más estrellas que todas las otras noches juntas, y no era momento para andar preguntando cosas.
Sonrió sin detener la mirada en mí, y ahí me di cuenta.
(Era mentira, por suerte.)
Pero no contestó.
Y es que la noche tenía más estrellas que todas las otras noches juntas, y no era momento para andar preguntando cosas.
Sonrió sin detener la mirada en mí, y ahí me di cuenta.
(Era mentira, por suerte.)
20070829
Oysters.
Llegó el momento, de hablar de muchas cosas:
de zapatos y barcos y lacre
de repollos y reyes, y de porqué el mar hierve,
y de si los cerdos tienen alas.
20070823
20070819
Idiologia: la logia idiota.
No lo sabe explicar con detalle. Sólo sabe que algunos días de a ratos le agarra lo idiota.
La definición menos compleja de lo idiota es semejante a muchas sensaciones del mismo tipo intentando atravesar una puerta en la que no caben.
Lo idiota no se pone a pensar si es un momento apropiado para hacer aparición, lo idiota aparece y ya, y siempre se manifiesta en forma de sonidos y fluidos.
Principalmente hay dos tipos de idiotismo - con distintos sonidos y fluidos- que a simple vista parecerán opuestos pero no pueden ni deben ser tomados como tales.
El primer tipo de lo idiota es bastante menos dañino que el segundo, casi siempre empieza con imágenes mentales que van de lo psicodélico a lo psicótico, incluyen deja vúes de caídas y algunas frases con poco sentido. El sonido característico del primer tipo va de las aes a las es con algunas os de por medio y algunas jotas o efes y todas esas letras que hacen escupir al prójimo, siendo éste el fluido principal, en ocasiones críticas combinado con ese líquido que a veces chorrean los ojos.
A simple vista y oído no hay problema con este tipo de idiotismo, pero lo hay; y es que lo idiota no se pone a pensar si es un momento apropiado para hacer aparición, lo idiota aparece y ya.
Hay gente que comprende lo idiota, hay gente que no; por eso a veces le inquieta que le agarre lo idiota en cualquier tiempoespacio que no tiene nada que ver con nada, aunque el tipo uno de idiotismo le divierte mucho, cuando no le da un poco de miedo. Este tipo de idiotismo o idiotización es en el mejor de los casos contagioso y en otros preocupante.
Lo idiota segundo tipo ya es algo más complicado. No necesita de una razón justificante tampoco, generalmente ocurre de noche y en los días grises. De pronto se imagina cosas que contrastan, se le acumula un temblor del mentón hasta el labio inferior y ahí ya se da cuenta que le esta agarrando.
Lo puede contener unos segundos, con suerte minutos, que no siempre serán suficientes para huir a cualquier sitio donde nadie atestigüe nada, que lo idiota no es para andar haciendo ademanes, mucho menos lo idiota tipo dos.
Requiere de cubrirse el rostro, con las manos, las rodillas, la almohada, un perro; algo, porque no se enorgullece ni un poco cuando le agarra lo idiota; por eso intenta que no se entere nadie y para ello se le ocurre la pésima idea de combinarlo con música que nunca, nunca será alegre porque lo idiota jamás se lo permitirá.
El idiotismo tipo dos siempre se manifiesta con el mismo líquido ocular que el uno pero en grandes cantidades, a mayor velocidad, y con otro gusto. Los sonidos son más discretos y tienen muchas emes o enes y las vocales van variando pero casi nunca se entienden. A lo último, posiblemente la nariz emane algún que otro líquido y ahí tiene que detener un poquito el otro sonido para sonarse.
Con suerte, lo idiota tipo dos desaparece cerrando los ojos hasta que la mente se olvide y se ponga a divagar sin pedirle permiso.
Lo más peligroso y molesto es que todo el tiempo menos cuatro o seis segundos es consciente del idiotismo propio, pero lo más idiota de todo el asunto es que no puede hacer nada al respecto: es que cuando el idiotismo aparece siempre se queda un rato al lado suyo.
Cuando se le pasa espera un rato y a veces intenta expresarlo como puede; (siempre en tercera persona,que lo idiota no es para andar haciendo ademanes).
La definición menos compleja de lo idiota es semejante a muchas sensaciones del mismo tipo intentando atravesar una puerta en la que no caben.
Lo idiota no se pone a pensar si es un momento apropiado para hacer aparición, lo idiota aparece y ya, y siempre se manifiesta en forma de sonidos y fluidos.
Principalmente hay dos tipos de idiotismo - con distintos sonidos y fluidos- que a simple vista parecerán opuestos pero no pueden ni deben ser tomados como tales.
El primer tipo de lo idiota es bastante menos dañino que el segundo, casi siempre empieza con imágenes mentales que van de lo psicodélico a lo psicótico, incluyen deja vúes de caídas y algunas frases con poco sentido. El sonido característico del primer tipo va de las aes a las es con algunas os de por medio y algunas jotas o efes y todas esas letras que hacen escupir al prójimo, siendo éste el fluido principal, en ocasiones críticas combinado con ese líquido que a veces chorrean los ojos.
A simple vista y oído no hay problema con este tipo de idiotismo, pero lo hay; y es que lo idiota no se pone a pensar si es un momento apropiado para hacer aparición, lo idiota aparece y ya.
Hay gente que comprende lo idiota, hay gente que no; por eso a veces le inquieta que le agarre lo idiota en cualquier tiempoespacio que no tiene nada que ver con nada, aunque el tipo uno de idiotismo le divierte mucho, cuando no le da un poco de miedo. Este tipo de idiotismo o idiotización es en el mejor de los casos contagioso y en otros preocupante.
Lo idiota segundo tipo ya es algo más complicado. No necesita de una razón justificante tampoco, generalmente ocurre de noche y en los días grises. De pronto se imagina cosas que contrastan, se le acumula un temblor del mentón hasta el labio inferior y ahí ya se da cuenta que le esta agarrando.
Lo puede contener unos segundos, con suerte minutos, que no siempre serán suficientes para huir a cualquier sitio donde nadie atestigüe nada, que lo idiota no es para andar haciendo ademanes, mucho menos lo idiota tipo dos.
Requiere de cubrirse el rostro, con las manos, las rodillas, la almohada, un perro; algo, porque no se enorgullece ni un poco cuando le agarra lo idiota; por eso intenta que no se entere nadie y para ello se le ocurre la pésima idea de combinarlo con música que nunca, nunca será alegre porque lo idiota jamás se lo permitirá.
El idiotismo tipo dos siempre se manifiesta con el mismo líquido ocular que el uno pero en grandes cantidades, a mayor velocidad, y con otro gusto. Los sonidos son más discretos y tienen muchas emes o enes y las vocales van variando pero casi nunca se entienden. A lo último, posiblemente la nariz emane algún que otro líquido y ahí tiene que detener un poquito el otro sonido para sonarse.
Con suerte, lo idiota tipo dos desaparece cerrando los ojos hasta que la mente se olvide y se ponga a divagar sin pedirle permiso.
Lo más peligroso y molesto es que todo el tiempo menos cuatro o seis segundos es consciente del idiotismo propio, pero lo más idiota de todo el asunto es que no puede hacer nada al respecto: es que cuando el idiotismo aparece siempre se queda un rato al lado suyo.
Cuando se le pasa espera un rato y a veces intenta expresarlo como puede; (siempre en tercera persona,que lo idiota no es para andar haciendo ademanes).
20070813
Mire atrás al bajar.
Hasta que un día se despertó y era cuerdo. Creyó no haber soñado nada,cuando en realidad siempre había sabido perfectamente que siempre se sueña aunque no siempre se recuerda.
Las manchas del cielo raso habían dejado de ser animales mitológicos y aunque hubiese querido no podía recordar su melodía favorita. El primer rayo de sol contra el vidrio no le produjo ni una mueca y su rostro en el espejo no le habló ni del clima, sólo se limitó a lavar lagañas y saliva.
La ducha se llamó ducha y duró pocos minutos de completo silencio - la melodía aún no aparecía- y el hecho de que los azulejos fuesen azules ya no parecía una paradójica redundancia.
El aroma a café recién hecho no era algo que le sorprendiese ya, y al salir no se puso ni una pluma en el ojal del saco, ni de pelícano, ni de tucán.
El reflejo del agua con espuma recién salida del balde en las baldosas grises ya no se le asemejó a un mar minúsculo ni a nada. Pasó por la casa de los gatos y ni se le ocurrió detenerse a discutir de filosofía, y no porque los gatos sepan de eso más que cualquiera - obviedad si las hay- sino porque ya no le interesaba; hasta se olvidó de saludar a los buzones por orden de preferencia.
Cruzó la avenida sin preocuparse por pisar lo gris topo brillante y aún sin melodía se arrojó bajo el primer amarillo y negro que pasó.
Las manchas del cielo raso habían dejado de ser animales mitológicos y aunque hubiese querido no podía recordar su melodía favorita. El primer rayo de sol contra el vidrio no le produjo ni una mueca y su rostro en el espejo no le habló ni del clima, sólo se limitó a lavar lagañas y saliva.
La ducha se llamó ducha y duró pocos minutos de completo silencio - la melodía aún no aparecía- y el hecho de que los azulejos fuesen azules ya no parecía una paradójica redundancia.
El aroma a café recién hecho no era algo que le sorprendiese ya, y al salir no se puso ni una pluma en el ojal del saco, ni de pelícano, ni de tucán.
El reflejo del agua con espuma recién salida del balde en las baldosas grises ya no se le asemejó a un mar minúsculo ni a nada. Pasó por la casa de los gatos y ni se le ocurrió detenerse a discutir de filosofía, y no porque los gatos sepan de eso más que cualquiera - obviedad si las hay- sino porque ya no le interesaba; hasta se olvidó de saludar a los buzones por orden de preferencia.
Cruzó la avenida sin preocuparse por pisar lo gris topo brillante y aún sin melodía se arrojó bajo el primer amarillo y negro que pasó.
20070809
20070804
AA.
el cerebro enjuagado los ojos dañados de tanto humo y tan poco tiempo cerrados la boca muerta con gusto a muerte la lengua confusa el estómago enroscado-desorientado los pies congelados el cuerpo hirviente la nariz saturada los huesos hartos los pulmones colapsados las sabanas arrancadas la puerta entrecerrada el reloj atormentador la luz cegadora el cerebro enjuagado los ojos dañados de tanto humo y tan poco tiempo cerrados la boca muerta con gusto a muerte la lengua confusa el estómago enroscado-desorientado los pies congelados el cuerpo hirviente la nariz saturada los huesos hartos los pulmones colapsados las sabanas arrancadas la puerta entrecerrada el reloj atormentador la luz cegadora el cerebro enjuagado los ojos dañados de tanto humo y tan poco tiempo cerrados la boca muerta con gusto a muerte la lengua confusa el estómago enroscado-desorientado los pies congelados el cuerpo hirviente la nariz saturada los huesos hartos los pulmones colapsados las sabanas arrancadas la puerta entrecerrada el reloj atormentador la luz cegadora
20070731
Sacamuelas.
Usted concurrirá a la cita, resignado, se sabe que a casi nadie le atrae mucho la idea de que un completo extraño le introduzca objetos cortantes en la boca, pero igualmente irá.
Al llegar, el recibidor sin ventanas le hará temer por su incierto destino al percatarse de que ya no hay escapatoria, limitándolo a rogar porque sea leve y breve.
Luego de una cierta cantidad de minutos - el número exacto puede variar según el caso- mirando a la pared, lo llamarán por su nombre, con total confianza, y lo invitarán a pasar al sillón. La sola idea de tanto elemento de tortura alrededor lo intranquilizará más que un poco.
Una vez aprisionado entre el reclinable y la cara del enemigo peligrosamente cerca de la suya, le informarán lo que tanto temía: usted será inexorablemente martirizado.
Usted tendrá deseos de huir, llorar y destruir, pero ante la amenaza de una aguja de un espesor intimidante procederá a abrir la boca sólo para callar.
Víctima del desesperante pinchazo en lo que tiene que ser el hueso, procederá a emitir sonidos ininteligibles de auxilio, que serán convenientemente acallados con otro pinchazo más, menos grave que el anterior, dado que el venenoso antídoto primero habrá comenzado a hacer efecto.
Momentos después, el hemisferio en cuestión se encontrará incómodamente adormecido y todos menos usted concordarán en que ya es hora.
Su carne será acuchillada quirúrgicamente y el gusto metálico perpetuo será lo único peor al líquido que de tan rojo es bordó corriendo a caudales por la comisura correspondiente.
Luego el sabor al fluido carmesí se apaciguará sólo debido a que su mente no podrá prestar atención a otra cosa que a la pinza de tamaño proporcional al horror mismo que se inmiscuye alrededor del último inferior izquierdo, (por ejemplo), y la acertada impresión de que le están extirpando de raíz una parte del cráneo.
Al removerle la pieza el verdugo sonreirá despiadadamente -mientras tararea una canción de los años ochenta, que usted creerá parte de su propia imaginación dado que el cerebro ha sido repercutido colateralmente por la narcosis- y se la exhibirá cual trofeo a pesar de la traumática expresión que esto le ocasione a usted.
Mientras se recupera del impacto anterior, usted se dará cuenta que un hilo negro está atravesando sus carnes, pero a esa altura ya nada lo sorprenderá fácilmente.
Encima de los hilajes le pondrán un tejido de algodón que demorará décimas de segundo en colorearse de blanco a rosado oscuro, y le dejará el aspecto de un completo idiota, más allá de que ya se sentirá así de por sí por haber sido engañado y violado, y encima deberá pagar por ello.
El rostro demorará varias horas en recuperar sensibilidad y recién ahí usted se arrepentirá de haber anhelado tanto ese momento, dado que tendrá la sensación de que el cráneo ha sido martillado enérgicamente, aunque en realidad haya experimentado algo mucho peor.
Usted habrá perdido otra cuarta parte de su juicio y la mayor ventaja es que está cada vez más próximo a que cualquier venganza se considere inimputable.
Al llegar, el recibidor sin ventanas le hará temer por su incierto destino al percatarse de que ya no hay escapatoria, limitándolo a rogar porque sea leve y breve.
Luego de una cierta cantidad de minutos - el número exacto puede variar según el caso- mirando a la pared, lo llamarán por su nombre, con total confianza, y lo invitarán a pasar al sillón. La sola idea de tanto elemento de tortura alrededor lo intranquilizará más que un poco.
Una vez aprisionado entre el reclinable y la cara del enemigo peligrosamente cerca de la suya, le informarán lo que tanto temía: usted será inexorablemente martirizado.
Usted tendrá deseos de huir, llorar y destruir, pero ante la amenaza de una aguja de un espesor intimidante procederá a abrir la boca sólo para callar.
Víctima del desesperante pinchazo en lo que tiene que ser el hueso, procederá a emitir sonidos ininteligibles de auxilio, que serán convenientemente acallados con otro pinchazo más, menos grave que el anterior, dado que el venenoso antídoto primero habrá comenzado a hacer efecto.
Momentos después, el hemisferio en cuestión se encontrará incómodamente adormecido y todos menos usted concordarán en que ya es hora.
Su carne será acuchillada quirúrgicamente y el gusto metálico perpetuo será lo único peor al líquido que de tan rojo es bordó corriendo a caudales por la comisura correspondiente.
Luego el sabor al fluido carmesí se apaciguará sólo debido a que su mente no podrá prestar atención a otra cosa que a la pinza de tamaño proporcional al horror mismo que se inmiscuye alrededor del último inferior izquierdo, (por ejemplo), y la acertada impresión de que le están extirpando de raíz una parte del cráneo.
Al removerle la pieza el verdugo sonreirá despiadadamente -mientras tararea una canción de los años ochenta, que usted creerá parte de su propia imaginación dado que el cerebro ha sido repercutido colateralmente por la narcosis- y se la exhibirá cual trofeo a pesar de la traumática expresión que esto le ocasione a usted.
Mientras se recupera del impacto anterior, usted se dará cuenta que un hilo negro está atravesando sus carnes, pero a esa altura ya nada lo sorprenderá fácilmente.
Encima de los hilajes le pondrán un tejido de algodón que demorará décimas de segundo en colorearse de blanco a rosado oscuro, y le dejará el aspecto de un completo idiota, más allá de que ya se sentirá así de por sí por haber sido engañado y violado, y encima deberá pagar por ello.
El rostro demorará varias horas en recuperar sensibilidad y recién ahí usted se arrepentirá de haber anhelado tanto ese momento, dado que tendrá la sensación de que el cráneo ha sido martillado enérgicamente, aunque en realidad haya experimentado algo mucho peor.
Usted habrá perdido otra cuarta parte de su juicio y la mayor ventaja es que está cada vez más próximo a que cualquier venganza se considere inimputable.
20070728
Linóleo.*
Las posesiones nunca significaron nada para mí, no estoy loca.
Bueno eso no es verdad; tengo una cama, y una guitarra,
y un gato llamado gato que vomita en mi suelo.
Así es, tengo un suelo y qué?
Y qué?
Bueno eso no es verdad; tengo una cama, y una guitarra,
y un gato llamado gato que vomita en mi suelo.
Así es, tengo un suelo y qué?
Y qué?
*adaptación perfeccionada del original, por sinefectosdesonido
20070719
O reventar.
(...)
- Pará un poco. ¿Me estás queriendo decir lo que yo creo?
- Que sé yo. No sé si lo que creés es lo mismo que yo creo estar diciéndote.
- Bueno, pero, ¿estás hablando de eso o no?
- Creo que no.
- Yo creo que sí.
- Puede ser. Creo que mejor hablamos de otra cosa, eh?
- Ok. Creé lo que quieras. Yo me voy.
- Justamente, eso te estaba queriendo decir.
- Eso creí.
- Te creo. Chau.
- Chau.
- Pará un poco. ¿Me estás queriendo decir lo que yo creo?
- Que sé yo. No sé si lo que creés es lo mismo que yo creo estar diciéndote.
- Bueno, pero, ¿estás hablando de eso o no?
- Creo que no.
- Yo creo que sí.
- Puede ser. Creo que mejor hablamos de otra cosa, eh?
- Ok. Creé lo que quieras. Yo me voy.
- Justamente, eso te estaba queriendo decir.
- Eso creí.
- Te creo. Chau.
- Chau.
20070715
Hola.
20070710
20070707
Pánico y locura.
Madruga Tilcara y la fiesta de las caras enharinadas ya harta.
Ocho cuadras congeladas nos separan del congelado cuarto que es nuestra casa temporaria, gracias a dios y a los ladrillos, que ahí escasean de lo lindo, y a alguien se le ocurre reemplazarlos con cartón pero no es lo mismo, se sabe.
Pero lo que importa ahora es el pan; así que vamos a por él, digo, pero a nadie le interesa tanto así que la convenzo a Pal y ella sí se interesa o no tiene nada mejor que hacer.
Lil recibe un llamado del dios Jah, y ocho cuadras y dice que ahí va; Meli tras la ebria charada no mencionada, porque no va al caso, se queda en la estación meditando con un conocido extraño y ruega por compañía, que ocho cuadras no son fáciles a oscuras.
Lula: desaparecida hace rato sin dejar rastros exactos; nadie se preocupa dadas las circunstancias y la hora, y el hecho de que es Lula y todo eso.
El pan nos lo regalan y uno piensa, qué bueno que alguien regale pan.
Ocho cuadras, sí, ocho dije, y la reja siempre está abierta pero nadie entra porque no.
Nos estamos olvidando de algo? No. Sí. Meli. Ocho cuadras, al reverso.
La estación con Mel, hace demasiados minutos, aunque pareciesen no haberlo notado; y qué bueno eso también, porque dejarse a un amigo olvidado es cosa seria. O cómica, que es lo mismo.
Somos tres ahora pero las cuadras siguen siendo ocho.
Reja, pasillo, puerta de madera balsa. La luz enceguece, la lamparita desnuda sí que brilla.
Lil abre un ojo y jura que si apagamos la luz vamos a estar en el espacio sideral.
Suena interesante, pero por ahora dormir, gracias.
La chapa hirviendo le gana a cualquier alarma, y laputaqueteparióporquétenemosqueviviracáporquenonosquedabaotraahcierto.
No se distingue si la luz aún vive o no pero en el espacio no estamos, eso seguro.
Lula ha vuelto.
Qué bueno.
Ocho cuadras congeladas nos separan del congelado cuarto que es nuestra casa temporaria, gracias a dios y a los ladrillos, que ahí escasean de lo lindo, y a alguien se le ocurre reemplazarlos con cartón pero no es lo mismo, se sabe.
Pero lo que importa ahora es el pan; así que vamos a por él, digo, pero a nadie le interesa tanto así que la convenzo a Pal y ella sí se interesa o no tiene nada mejor que hacer.
Lil recibe un llamado del dios Jah, y ocho cuadras y dice que ahí va; Meli tras la ebria charada no mencionada, porque no va al caso, se queda en la estación meditando con un conocido extraño y ruega por compañía, que ocho cuadras no son fáciles a oscuras.
Lula: desaparecida hace rato sin dejar rastros exactos; nadie se preocupa dadas las circunstancias y la hora, y el hecho de que es Lula y todo eso.
El pan nos lo regalan y uno piensa, qué bueno que alguien regale pan.
Ocho cuadras, sí, ocho dije, y la reja siempre está abierta pero nadie entra porque no.
Nos estamos olvidando de algo? No. Sí. Meli. Ocho cuadras, al reverso.
La estación con Mel, hace demasiados minutos, aunque pareciesen no haberlo notado; y qué bueno eso también, porque dejarse a un amigo olvidado es cosa seria. O cómica, que es lo mismo.
Somos tres ahora pero las cuadras siguen siendo ocho.
Reja, pasillo, puerta de madera balsa. La luz enceguece, la lamparita desnuda sí que brilla.
Lil abre un ojo y jura que si apagamos la luz vamos a estar en el espacio sideral.
Suena interesante, pero por ahora dormir, gracias.
La chapa hirviendo le gana a cualquier alarma, y laputaqueteparióporquétenemosqueviviracáporquenonosquedabaotraahcierto.
No se distingue si la luz aún vive o no pero en el espacio no estamos, eso seguro.
Lula ha vuelto.
Qué bueno.
20070706
Rien de rien.
Si hoy me dijesen cuántos días me quedan aquí, no sabría bien que hacer con ellos.
Así que le pedí que lo mantenga en secreto.
- Como quieras ; me dijo.
Así que le pedí que lo mantenga en secreto.
- Como quieras ; me dijo.
(A no preocuparse! que según el mismísimo por ahora el infierno está lleno.)
20070705
20070703
Agujas y alfileres.
Recordé que hacía mucho no lo usaba.
Abrí triplellave el cajón, y aún seguía ahí.
Lo hallé justo al borde de desintegrarse,
desangrándose entre papeles de antaño
y envoltorios de caramelos
de cereza.
Alfileres de gancho, puntadas de hilo magenta;
y ya
está listo para caerse a pedazos de nuevo.
Abrí triplellave el cajón, y aún seguía ahí.
Lo hallé justo al borde de desintegrarse,
desangrándose entre papeles de antaño
y envoltorios de caramelos
de cereza.
Alfileres de gancho, puntadas de hilo magenta;
y ya
está listo para caerse a pedazos de nuevo.
20070627
Me, Myself and Al.
Ally le dice a Al, que se deje de hablar en tercera persona todo el tiempo, que la van a tomar por loca. Al ya sabe que está algo loca así que no le interesa mucho lo que opine Ally ni nadie. Almendra no opina porque no tiene nada importante que decirles, a Al, ni a Ally; y se sabe que en esos casos es esencial no decir mucho.
20070626
Y ahora que pasa, eh?

aparte de que tampoco se leen mucho los diarios."
20070622
20070621
20070617
Ah..
Me llama así, y pareciera que a nadie antes se le ocurrió llamarme así,
ni siquiera a mí; yo nunca me llamé así.
Así es como me llama, y ningún otro me llama así.
Así que me encanta.
Así es como me llama, y ningún otro me llama así.
Así que me encanta.
20070615
Sensación térmica.
Hoy en día hace tanto frío que me tiraría encima un bidón de gasolina y me prendería fuego.
20070608
Arritmia.
20070603
Ciclotimia.
Estupefacta miro, hacia al infinito aparente. Fondo gris oscuro de artificial monotonía: los pies congelados. Voces que no dicen nada y tras mis párpados algunos rostros familiarmente desconocidos. No te distingo de tan cerca, aún no me acostumbro. Y el maldito reloj siempre contradiciéndome. Abro un ojo, ardor absoluto. Abro el izquierdo, el dominante, mientras restos de tinta negra penetran ambas pupilas. El agua sigue corriendo como si leyera mis pensamientos. No lo soporto más.
El oxígeno vuelve a mi y minutos después estoy peinándome frente al espejo.
Igual que ayer.
El oxígeno vuelve a mi y minutos después estoy peinándome frente al espejo.
Igual que ayer.
20070531
20070529
Les jours tristes.
Dícese por ahí que aún hasta estos días está en vigencia una ley implícita e inocua que dicta que los bufones del pueblo, para considerarse como tales, deben reír mínimamente el doble de veces de las que se entristecen.
20070524
Probablemente basado en alguna historia real, aunque no necesariamente.
Todas las mañanas lo mismo.
Ni bien me levanto me dirijo al baño a lavar estos dientes míos que son tan perfectos como yo.
Y todas las mañanas lo mismo. Al levantar mi escasa mirada hacia el frente ahí está.
Una versión de mi misma distorsionada, nublosa, sin facciones aparentes ni gestos visibles. Y siempre con ese silencio sordo que me pone de malas.
No alcanzo a divisarla con absoluta claridad (porque en esos momentos mi vista es mi vista real y no aquella vista artificial que adquirí para adaptarme al mundo este, con sus objetos visibles irrumpiendo en mi camino) pero sé que me está mirando. Aunque cuando me hago la que no la miro la muy perra hace lo mismo; o al menos esa es mi teoría.
Esa mañana decidí vengarme, terminar con este pseudo yo con el que tengo que lidiar a diario.
Y ni bien me dirigió la primera mirada, piña.
Otra piña.
Catorce puntos.
Sí.
Pero deberían ver como quedó ella!
Ni bien me levanto me dirijo al baño a lavar estos dientes míos que son tan perfectos como yo.
Y todas las mañanas lo mismo. Al levantar mi escasa mirada hacia el frente ahí está.
Una versión de mi misma distorsionada, nublosa, sin facciones aparentes ni gestos visibles. Y siempre con ese silencio sordo que me pone de malas.
No alcanzo a divisarla con absoluta claridad (porque en esos momentos mi vista es mi vista real y no aquella vista artificial que adquirí para adaptarme al mundo este, con sus objetos visibles irrumpiendo en mi camino) pero sé que me está mirando. Aunque cuando me hago la que no la miro la muy perra hace lo mismo; o al menos esa es mi teoría.
Esa mañana decidí vengarme, terminar con este pseudo yo con el que tengo que lidiar a diario.
Y ni bien me dirigió la primera mirada, piña.
Otra piña.
Catorce puntos.
Sí.
Pero deberían ver como quedó ella!
20070521
Vó velo.
No, no, no.
Tu indiferencia no me mata.
Ya me han matado con eso antes.
Y nosotros los mortales morimos una sola vez.
copycat.copycat.copycat.
El exceso de clichés es evidente hasta para el ojo menos diestro,
el exceso de interés en demostrar lo contrario, sólo demuestra lo aparente;
transformando todo en una parodia de aquello que se pretende.
No me interesa pertenecer, el exceso de redundancias me da asco.
Pero asco del malo.
el exceso de interés en demostrar lo contrario, sólo demuestra lo aparente;
transformando todo en una parodia de aquello que se pretende.
No me interesa pertenecer, el exceso de redundancias me da asco.
Pero asco del malo.
20070513
A posteriori.
Visto y considerando que no me considero invisible,
yo me pregunto si alguna vez besaste a alguien sin flequillo,
y si el hecho de que las llaves hagan ruido es sólo una bella coincidencia.
Saqué pasaje de ida a Timbuktú, así que ya sabés donde encontrarme.
(Porque esto de pasar desapercibida por las calles no es lo mío.)
yo me pregunto si alguna vez besaste a alguien sin flequillo,
y si el hecho de que las llaves hagan ruido es sólo una bella coincidencia.
Saqué pasaje de ida a Timbuktú, así que ya sabés donde encontrarme.
(Porque esto de pasar desapercibida por las calles no es lo mío.)
20070430
adaptación.
(...)
Automáticamente, su cerebro rechazaba todo lo que no estuviera relacionado con el caso. Muchos de sus amigos empezaban a preocuparse por su total obsesión.
Un íntimo amigo suyo, le había dicho claramente:
- ¿Te das cuenta de lo que te ocurre, Al? ¿Te das cuenta que no hablas de otra cosa?
- Claro - había contestado-. Es que no pienso en otra cosa. Y puede que, comentando una y otra vez lo mismo, se me ocurra algo que antes no se me había ocurrido. Verlo desde distinto ángulo. O quizá seas tú quien lo vea. Mira, ¿te imaginas lo que puede resultar de mi vida, si este asunto queda entre los casos no resueltos?*
(...)
- Página 200. A sangre fría (In cold blood), 1965, Truman Capote.
* cualquier aterrador parecido con la realidad, es mera coincidencia.
Automáticamente, su cerebro rechazaba todo lo que no estuviera relacionado con el caso. Muchos de sus amigos empezaban a preocuparse por su total obsesión.
Un íntimo amigo suyo, le había dicho claramente:
- ¿Te das cuenta de lo que te ocurre, Al? ¿Te das cuenta que no hablas de otra cosa?
- Claro - había contestado-. Es que no pienso en otra cosa. Y puede que, comentando una y otra vez lo mismo, se me ocurra algo que antes no se me había ocurrido. Verlo desde distinto ángulo. O quizá seas tú quien lo vea. Mira, ¿te imaginas lo que puede resultar de mi vida, si este asunto queda entre los casos no resueltos?*
(...)
- Página 200. A sangre fría (In cold blood), 1965, Truman Capote.
* cualquier aterrador parecido con la realidad, es mera coincidencia.
20070130
mejor hablar de ciertas...cosas
-"No hables con extraños", me dijeron alguna vez.
pero nadie dijo nada sobre no besarlos.
me deberían haber advertido.
hijos de puta.
pero nadie dijo nada sobre no besarlos.
me deberían haber advertido.
hijos de puta.
20070128
al no sabe oir. pero sí contestar.
No sé si me gustó lo que dijo. No se si lo escuché bien tampoco.
A veces escucho lo que quiero escuchar.
A veces no escucho nada.
Esa vez en particular creo haber escuchado algo importante.
Y seguro contesté algo, igual de importante, o aún mas.
O tal vez menos.
No lo recuerdo.
Siempre lo mismo.
A veces escucho lo que quiero escuchar.
A veces no escucho nada.
Esa vez en particular creo haber escuchado algo importante.
Y seguro contesté algo, igual de importante, o aún mas.
O tal vez menos.
No lo recuerdo.
Siempre lo mismo.
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