20070813

Mire atrás al bajar.

Hasta que un día se despertó y era cuerdo. Creyó no haber soñado nada,cuando en realidad siempre había sabido perfectamente que siempre se sueña aunque no siempre se recuerda.
Las manchas del cielo raso habían dejado de ser animales mitológicos y aunque hubiese querido no podía recordar su melodía favorita. El primer rayo de sol contra el vidrio no le produjo ni una mueca y su rostro en el espejo no le habló ni del clima, sólo se limitó a lavar lagañas y saliva.
La ducha se llamó ducha y duró pocos minutos de completo silencio - la melodía aún no aparecía- y el hecho de que los azulejos fuesen azules ya no parecía una paradójica redundancia.
El aroma a café recién hecho no era algo que le sorprendiese ya, y al salir no se puso ni una pluma en el ojal del saco, ni de pelícano, ni de tucán.
El reflejo del agua con espuma recién salida del balde en las baldosas grises ya no se le asemejó a un mar minúsculo ni a nada. Pasó por la casa de los gatos y ni se le ocurrió detenerse a discutir de filosofía, y no porque los gatos sepan de eso más que cualquiera - obviedad si las hay- sino porque ya no le interesaba; hasta se olvidó de saludar a los buzones por orden de preferencia.
Cruzó la avenida sin preocuparse por pisar lo gris topo brillante y aún sin melodía se arrojó bajo el primer amarillo y negro que pasó.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

!!!!!!!!

Anónimo dijo...

La cordura se relaciona directamente con el buen seso.
Evidentemente la cordura sólo es buena consejera cuando uno tiene problemas con las eses -no así heces; para eso agregar un Dulcolax perlas entre el café sin aroma particular-.

Jipi dijo...

Yo esperaba un colectivo a las 6 de la mañana. En eso pasa un amigo mío, me miró, lo saludé y me devolvió el gesto, pero su cara estaba muerta, y su cuerpo también. Juro que yo vi eso. Me tomo el colectivo, llego a mi trabajo y veo en Crónica: "Una persona se arrojó bajo el tren". Era mi amigo el negro Lampa. Yo lo ví y fuí el último con quien habló.

Vont et viennent: